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La ciudad a orillas del Támesis estrena novedades. Desde una nueva zona que se ha convertido en la más trendy de la city, a una oleada de hoteles y restaurantes.
Londres siempre apetece. La capital británica vive además un momento dulce. A apenas unos días de la coronación del nuevo rey, Charles III, la ciudad se viste de gala y planea multitud de eventos para recibir al nuevo monarca, sucesor de la longeva Isabel II. Pasear por el Soho, por Mayfair o las siempre abarrotadas Oxford y Bond Street, está en los planes de cualquiera que visite Londres. Y también Hyde Park, perderse por el colorido vecindario de Notting Hill o el alternativo Shoreditch.
Battersea, el nuevo destino dentro de una ciudad imparable
Pues bien, hay un Londres que todavía no muchos conocen. Se trata de una nueva zona que está empezando a despuntar y es la que ha surgido alrededor de un hito de la arquitectura londinense, la Battersea Power Station. Tras más de cuarenta años cerrada, este icono vuelve a la vida y con ella, la revitalización de toda la zona que discurre alrededor de esta antigua central eléctrica, que llegó a proporcionar luz al mismísimo Palacio de Buckingham.
Tras más de una década de renovaciones, Battersea Power Station, surge como un nuevo centro de ocio, de tiendas, restaurantes y vida nocturna y todo ello, sin renunciar a su pasado. El edificio en sí es un icono, con su pasado industrial y sus enormes chimeneas, cuya silueta dominan esta orilla del Támesis. En la restauración, han querido que todo aquel que la visite, sepa en todo momento donde se encuentra. Por ejemplo, la sala de control ha sido restaurada y ahora es Control Room, es el lugar perfecto para tomar cócteles y picar algo en mitad de su sala de turbinas. Junto a ella, más de un centenar de tiendas, restaurantes y atracciones de lo más singular, como el Lift 109, un ascensor que se eleva hasta lo alto de una de las torres y que promete vistas emocionantes sobre la ciudad.
Si interesante es la propia planta eléctrica en sí, también lo es todo lo que ha ido surgiendo a su alrededor. El barrio acoge decenas de propuestas para disfrutar de la escena gastronómica londinense. Tomar un ramen en Tonkotsu, una sopa laksa en Roti King, ostras y cangrejo de Devon en Whright Bros, pasta en Fiume… Las opciones gastronómicas son casi infinitas.
Es casi obligado tomar un vino en Vagabond, una bodega urbana con más de cien referencias de vinos del país y del mundo, que acompañan con tablas de queso y embutidos. Y si es más de cerveza, acérquese a la Battersea Brewery, una auténtica cervecera con su tap room, para beber directamente de los tanques, los brebajes que prepara su legendario maestro cervecero, como las NEIPA’s, las New England IPAS.
Los nuevos hoteles para darse un capricho y direcciones para no perderse
Dejando atrás el frío invierno, la primavera trae consigo más reclamos hoteleros que cualquier viajero desearía conocer. Y uno de ellos ha abierto justo en esta zona tan a la vanguardia. Se llama Art’otel y es el primero de la cadena en la ciudad. Diseñado por el español Jaime Hayón, conocido por su colorido, tiene todo lo que podemos desear para una escapada de altura. Habitaciones espaciosas y muy confortables, tocadiscos en ellas con los mejores hits de grupos británicos como Los Beattles y una gran piscina en la azotea con vistas a las imponentes torres de Battersea, son solo algunos de sus reclamos.
Los otros, son también gastronómicos. Un italiano a pie de calle, Tozi Gran Café y Joia, la nueva.
Por Macarena Escrivá