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¿A qué nos referimos con “nuestros básicos”? Son esos lugares, casi familiares, donde uno se siente como en casa, con personal muy cercano, en los que se suele reservar por teléfono. No son necesariamente sitios caros y donde suele imperar la cocina casera, los buenos platos de cuchara y en general, platos y cocina de toda la vida. Esos lugares que uno tiene en el radar para ir solo, para compartir con amigos o para epatar a algunos porque suelen estar fuera de los recorridos de moda o de las listas top. En Bilbao tenemos varios “básicos”, de diferentes estilos. Algunos son locales de barrio y otros son lugares únicos y con mucha personalidad.
Aquí van unos cuantos:
De Bilbao de toda la vida, pocos sitios hay más significativos. Lugar con solera y encanto con casi cien años de historia. Una tasca que oferta desde temprana hora míticos pintxos en una abarrotada barra. El comedor, incómodo por excelencia, aguarda con una carta ideal para compartir. Imperdible el jamón Joselito y los llamados Joselinnis. Cuenta con terraza pero el mejor ambiente está dentro del local.
Uno de los bares de pintxos más representativos de la ciudad. Con una completa barra atiende a locales y curiosos turistas. De aire retro y un rápido servicio, despacha continuamente bocados llenos de sabor. Es mítico el pintxo de txangurro, el de hongos en crema crujiente de jamón o el de queso fundido con paté y paprika. Hay que probar todos los que se pueda. Ambiente animado y concurrido.
Taberna clásica en el casco viejo de la villa. Paredes de piedra y mucha madera hacen del ambiente un espacio acogedor. Cocina tradicional y de apariencia sencilla, que guarda los mejores guisos de toda la vida. Platos de cuchara que enamoran para repetir y repetir. Alubias, purrusalda, merluza rebozada y txuletón entre los destacados. Un lugar para sentirse como en casa.
En una de las zonas con más ambiente de la ciudad, encontramos este asador con espíritu tabernero. Bar a la entrada con su barra de madera donde tomar el aperitivo perfecto: gildas, croquetas y algún pintxo para empezar. El pequeño comedor, al fondo del local, es lugar de encuentro para los bilbaínos de pura cepa. Chorizo, morcilla, txuleta, mollejas no pueden faltar, sin olvidarnos de la excepcional sopa de ajo con la que te reciben para aclimatar el cuerpo. No falla.
El restaurante más antiguo de Bilbao con una cocina de tradición actualizada. En una bonita sala con azulejos antiguos en las paredes y mesas a modo de bistró se encuentran platillos bilbaínos de toda la vida con pequeños toques de vanguardia. Buñuelos de bacalao, sus famosas gambas, la ensaladilla rusa, las antxoas y muchos más clásicos imperdibles. Todo ello a un precio imbatible con un servicio cercano y muy amable. Para volver una y otra vez.
Este pequeño rincón del casco viejo, esconde uno de las mejores bodegas de la zona. Jon, su carismático dueño maestro del vino, está impaciente por descorchar y compartir pequeñas grandes joyas. Por copa o por botella es el lugar para beber a gusto. Además se acompaña de una buena barra de pintxos manteniendo los clásicos como la gilda o el grillo, las antxoas con alegría y su famosa tortilla de patatas. El aperitivo perfecto.
Lugar de peregrinación de los grandes cocineros. Es solo entrar y descubrir una clientela fiel de todas las edades, llenando una barra con mucha alma. Pintxos y raciones pasados por la brasa. Media docena de mesas para compartir grandes platos como la morcilla, el revuelto de pantxeta o el secreto ibérico Joselito. Todo ello regado de grandes vinos. Una tasca con encanto y buen hacer.
Este pequeño negocio familiar es una joya escondida en plena zona de moda de la ciudad. Cocina casera de primera, así de simple, así de rico. Solo menú del día, sin pretensiones, y a precio imbatible. Garbanzos, callos, tortilla con txistorra (los mejores de la ciudad) y huevos fritos… ¿Qué más se necesita?
Bar de barrio que se ha convertido en referente en poco tiempo. Autor de una de las mejores tortillas de patatas de la villa, es el lugar ideal para desayunar, comer y cenar. Croquetas cremosas que no dejan a nadie indiferente. Sencillo menú del día en sus pocas mesas. Servicio rápido y muy amable que invita a volver.
Y saliendo un poco de Bilbao por la margen izquierda un básico que no falla:
Restaurante de referencia en la margen izquierda. Enmarcado por el vino guarda una gran cocina enfocada en la brasa, por donde pasan carnes, pescados y mariscos. Lenguados, rodaballos, txuletas se pueden ver por todas las mesas. Koldo, el dueño, saca una sonrisa a todo aquel que esté en su casa. Frecuentado por empresarios es un imperdible de la zona.
Y por la margen derecha:
Restaurante elegante que es la continuación de la famosa taberna Gure Etxea, de gran fama a lo largo de los años. Decoración cuidada que envuelve en un ambiente acogedor. La cocina, comandada por Joseba, es una muestra de cocina tradicional bien hecha. Producto de calidad presentado con mimo. Pescados, carnes y guisos exquisitos. El lugar de referencia en la zona de Getxo.
Por Equipo Club Macarfi